Mientras la Cámara Federal de Casación Penal fijó audiencia para el 7 de julio para resolver si las visitas que recibe Cristina Kirchner deben contar con la autorización del Tribunal, el abogado de la expresidenta Carlos Beraldi también apeló la colocación de la tobillera electrónica a través de la cual ella es monitoreada durante su arresto domiciliario. Las medidas fueron impuestas en el marco del cumplimiento de la condena del caso Vialidad.
La Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica, dependiente de la Subsecretaría a cargo de Julián Curi, fue la encargada de colocarle la tobillera electrónica a la ex Presidenta la semana pasada.
El sistema de monitoreo se resolvió el 17 de junio, cuando se detuvo a Cristina Kirchner como consecuencia inmediata del rechazo por parte de la Corte Suprema de su recuso de queja respecto de la condena en el caso Vialidad. La ex vice está acusada por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado y deberá cumplir seis años de prisión.
El Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) determinó que el beneficio de la morigeración de la pena debía ser controlado a través del dispositivo electrónico, rechazando así el pedido inicial del abogado Carlos Beraldi.
El TOF 2 impuso cuatro categorías de visitas que podrán asistir a verla sin ningún límite: familiares, abogados, médicos y custodios. Cómo contó Clarín, el listado fue entregado el lunes y sumaron al mismo contadores y apoderados.
Por fuera de ese listado, cualquier otra persona, exige la autorización del juez Jorge Gorini -responsable de ejecutar la pena-. Es el punto que reclama la defensa de Cristina Kirchner.