Una jugada temeraria terminó por sentenciar el destino de Olimpia en su visita a Guaraní. Darío Benedetto, quien hoy milita en el fútbol paraguayo, fue protagonista de una acción desafortunada que le costó la expulsión directa antes del cierre de la primera mitad y, a su vez, el clásico paraguayo.
Su planchazo con ambas piernas sobre Luis Martínez fue revisado por el VAR y derivó en una tarjeta roja sin discusión, en el marco de la duodécima fecha del torneo. El encuentro se disputaba en el estadio Defensores del Chaco, donde Olimpia -dirigido por Martín Palermo- se había adelantado en el marcador con un tanto de Lisandro López.
Con el cronómetro marcando 39 minutos, «Pipa» fue con los tapones de punta a disputar una pelota dividida y terminó impactando de lleno al futbolista rival, que ya se encontraba en el suelo. La entrada fue tan aparatosa como peligrosa.
En un primer momento, el árbitro Derlis López dejó seguir la jugada, permitiendo la continuidad del ataque de Guaraní. Sin embargo, una vez que la acción ofensiva terminó sin consecuencias, el juez detuvo el partido para permitir el ingreso del cuerpo médico y, paralelamente, recibió el llamado desde la cabina del VAR.
La revisión fue breve pero contundente. El árbitro no dudó en acercarse al monitor y, tras observar la acción, regresó al campo de juego para mostrarle la tarjeta roja directa al exdelantero de Boca, dejando al Decano paraguayo con diez jugadores en un momento clave del duelo.
El impacto de la expulsión fue inmediato: Guaraní aprovechó la ventaja numérica y dio vuelta el partido con un doblete muy inusual: su arquero, Gaspar Servio, anotó dos goles desde el punto de penal para sellar el 2-1 final. Así, el «Clásico Añejo» del fútbol paraguayo terminó en favor del conjunto local, que sumó tres puntos vitales en la pelea por los puestos altos.
La situación de Benedetto genera preocupación en Olimpia, tanto por la sanción que podría recibir como por su rendimiento irregular desde su llegada al fútbol guaraní. En un equipo que busca consolidarse, la expulsión fue un duro golpe en un clásico que parecía encaminado a un resultado positivo.
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