A partir del 1 de febrero de 2025, una serie de televisores inteligentes o Smart TV fabricados hace una década perderán el acceso a Netflix. La medida implica que los dispositivos afectados no podrán actualizarse, descargar ni utilizar la aplicación de la plataforma streaming, incluso si esta ya se encuentra instalada.
La compañía pretende optimizar su servicio para dispositivos más modernos, aunque esto deja a miles de usuarios sin acceso al contenido, y estos dispositivos carecen de la capacidad técnica necesaria para soportar las actualizaciones recientes, incluyendo la falta de procesamiento, memoria y soporte para nuevas versiones de la aplicación.
Según el soporte de Netflix, la incompatibilidad afecta a modelos de marcas populares como Sony, Samsung, LG y Panasonic. Los dispositivos afectados carecen de la capacidad técnica necesaria para soportar las actualizaciones recientes, incluyendo la falta de procesamiento, memoria y soporte para nuevas versiones de la aplicación.
Varias marcas serán afectadas. En particular, los modelos Sony Bravia de las series KDL, XBR, W95 y X95 están en la lista de dispositivos que quedarán fuera de servicio. Estos modelos no cumplen con los requisitos de memoria y procesamiento necesarios para ejecutar las nuevas versiones de Netflix.
Esta falta de compatibilidad no es exclusiva de la aplicación, sino un reflejo de la rápida transformación tecnológica en el sector del streaming. Otros casos como las nuevas actualizaciones de WhatsApp reflejan esta tendencia.
La decisión de Netflix es a raíz de que los dispositivos fabricados hace una década no cumplen con los estándares necesarios para soportar las funciones más recientes de la aplicación.
Esto incluye mejoras en la calidad de reproducción y características como la optimización de algoritmos de sugerencias y nuevos sistemas de gestión de derechos digitales.
Los televisores más antiguos carecen de suficiente capacidad de procesamiento, memoria RAM y compatibilidad con protocolos modernos de conexión. Estas limitaciones dificultan la implementación de actualizaciones y nuevas funciones, haciendo inviable el mantenimiento del servicio en estos dispositivos.
Los usuarios de televisores antiguos perderán acceso completo a Netflix, incluso si la aplicación ya está instalada en sus dispositivos. Esto significa que no podrán reproducir contenido, acceder a su cuenta ni realizar actualizaciones. Además, la falta de soporte técnico puede derivar en errores de funcionamiento.
La medida pone de manifiesto el impacto de la obsolescencia tecnológica en los consumidores, obligándolos a considerar la renovación de sus dispositivos para seguir accediendo a servicios digitales.
Esto se alinea con una tendencia en la industria, donde la rápida innovación deja obsoletos a equipos que, en muchos casos, aún son funcionales.
Ante esta situación, los usuarios tienen varias opciones. Una de ellas es optar por dispositivos externos, como reproductores multimedia, consolas de videojuegos o dongles de streaming (Chromecast o Amazon Fire Stick), que son compatibles con las versiones actuales de Netflix.
Otra alternativa es la renovación del televisor por modelos más recientes que cumplan con los estándares técnicos actuales. Sin embargo, esto puede representar una inversión económica alta para algunos usuarios, lo que plantea un desafío considerable.
La decisión de la plataforma también ha generado un debate sobre la obsolescencia programada en la industria tecnológica. Aunque la plataforma quiere mejorar la experiencia de usuario, la medida evidencia cómo los avances en tecnología dejan fuera a dispositivos que, aún funcionales, no cumplen con nuevos requisitos.
También las mejoras en plataformas digitales son necesarias, pero hay que considerar estrategias que minimicen el impacto en los usuarios. Esto podría incluir versiones básicas de las aplicaciones para dispositivos antiguos o la extensión del soporte técnico.