El fiscal Martín López Perrando volvió a pedir este lunes que se indague por “encubrimiento agravado” y “supresión de evidencia” a Cristian Graf, ex compañero de escuela de Diego Fernández Lima, el joven de 16 años que desapareció en 1984 y cuyos restos fueron hallados en el jardín de su vivienda, ubicada en el barrio porteño de Coghlan.
A través de un dictamen de 16 páginas, el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61 destacó que “el delito encubierto es el homicidio de Diego Fernández” y brindó más detalles acerca de la imputación contra el sospechoso. A pesar de que el asesinato habría ocurrido hace más de 40 años, el fiscal considera que las maniobras de ocultamiento comenzaron después del descubrimiento de los huesos, el 20 de mayo pasado.
Cristian Graf habló del hallazgo de los restos de Diego Fernández en su casa: «No sabemos cómo llegó ahí»
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El nuevo pedido de indagatoria tiene lugar después de que el juez Alejandro Litvack, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal N°56, instara a López Perrando a dar mayores precisiones sobre los cargos para citar al sospechoso, con el fin de evitar que en el futuro la defensa recurra a cualquier tipo de nulidad. Durante este tiempo, el abogado de Graf, Martín Díaz, solicitó su sobreseimiento en la causa al afirmar que la imputación es «descabellada».
En el documento, el representante del Ministerio Público Fiscal recordó que los restos de la víctima fueron encontrados en la vivienda de Graf cuando un grupo de albañiles estaba trabajando para levantar una medianera. En ese contexto, señaló que «generó explicaciones inverosímiles» sobre el origen de los mismos ante los trabajadores, «destinadas a encubrir el hecho precedente”.
Entre ellas, habló de «la existencia de una iglesia o un establo o que los huesos habían llegado en un camión con tierra cuando hicieron la pileta; la conducta contradictoria y evasiva frente a testigos y autoridades para desviar la investigación; la pasividad ante el hallazgo y la incipiente investigación».
Además, el fiscal sostiene que cuando el técnico electrónico de 58 años brindó un reportaje a la prensa, hizo manifestaciones públicas que «resultan no solo absolutamente inverosímiles y pueriles, sino que denotan y remiten a un claro conocimiento previo de la existencia de los restos óseos en el lugar, así como una intención deliberada de desviar la atención generando hipótesis falsas que relativizaran o confundieran su hallazgo”.
Por otro lado, el dictamen resalta que todo el caso se ve exacerbado ante la relación directa que existe entre imputado y víctima, ya que ambos asistieron durante la década del ochenta a la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36 «Almirante Guillermo Brown».
La estrategia de López Perrando se enmarca la cantidad de años que transcurrieron desde el homicidio de Fernández Lima (41 años), considerando que los hechos hayan ocurrido en 1984, ya que el plazo máximo de prescripción para este tipo de delitos es de 15 años.
El caso por la aparición de los huesos encontrados en mayo de este año en Coghlan alcanzó una gran notoriedad incluso antes de que se supiera que se trataba de Diego, ya que la casona lindera a la de su ex compañero perteneció a la artista Marina Olmi, hermana de Boy Olmi, y había sido alquilada por el músico Gustavo Cerati entre 2001 y 2003.
La solicitud de la familia de Diego Fernández Lima
Finalmente, el fiscal se expresó acerca de las medidas de pruebas solicitadas por Javier Fernández, hermano de la víctima, que a través de los abogados Hugo Wortman Jofre y Tomas Brady requirieron, entre otros puntos, revisar con un georradar el jardín de la casa situada en avenida Congreso con el fin de encontrar más huesos pertenecientes a Diego.
La inspección solicitada se basa en las conclusiones del informe del Equipo Argentino de Antropología Forense, que tras confirmar que los restos pertenecían al adolescente desaparecido hace décadas, habló de un «esqueleto casi completo«. En la parte trasera del chalet de los Graf, fueron localizadas unas 150 piezas óseas.
En ese sentido, el funcionario judicial opinó que no resultaba conducente utilizar la “técnica de georradar” para dar con los restos faltantes y elementos no biológicos de la víctima; pero sí consideró que debía darse lugar al pedido a distintos canales de televisión para que remitan las grabaciones de un programa al que habían asistido los alumnos del ENET Nº 36.
FP/LT