El ex titular del Banco Central de la República Argentina, Miguel Ángel Pesce advirtió que “cuando vos dejás atrasar el tipo de cambio, perdés competitividad y eso te afecta tu capacidad de pagar la deuda externa y de generar más exportaciones”. «La otra cuestión con el atraso cambiario es que, cuando la gente empieza a ver que se producen estos atrasos empiezan a comprar para ahorrar o empiezan a viajar al exterior, y esto tiene un peso muy fuerte», explicó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190).
Miguel Ángel Pesce es economista, se desempeñó como presidente del Banco Central de la República Argentina entre 2019 y 2023. Anteriormente ejerció como vicepresidente del Banco Central desde 2004 hasta 2015.
¿No sería bueno para la economía argentina, que el dólar, en lugar de bajar, subiese y se quedase en 1550, 1600, en el dólar de equilibrio que dicen que es 1650, y que esto ayudara a solucionar los problemas de fondo: que mejore la balanza comercial, mejore la cuenta corriente, se puedan acumular reservas? Si vos fueras presidente del Banco Central, ¿qué estarías diciendo?
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No, lo primero que buscás es que no haya volatilidad y la Argentina tiene una volatilidad natural en su mercado cambiario porque las exportaciones agrícolas o agroindustriales ingresan en el segundo trimestre del año y, en diciembre-enero la exportación de trigo. Entonces, vos ahí tenés un desbalance entre oferta y demanda que el Banco Central actúa para evitar esas volatilidades. Y uno de los errores que se cometió este año, es dejar que el tipo de cambio cayera cuando estaba la oferta del sector agropecuario en el segundo trimestre y, después, te faltan los dólares para afrontar el resto del año, que era lo que empezábamos a vivir hace una semana.
Entonces, digamos, la tarea de un Banco Central sería que esas personas que son especuladores no ganen dinero eliminando los picos. Ahora, el segundo punto es: independientemente de los picos, ¿cuál es el precio relativo promedio? Entonces, mi pregunta es: ¿vos creés que le haría bien a la economía argentina que el dólar costase 1700 en lugar de 1350?
Ahí hay un juego entre la competitividad que ganás con ese tipo de cambio y los costos de los alimentos. En la Argentina somos exportadores y productores de alimento. Cuando hay una devaluación, hay una referencia internacional del precio del maíz, del precio del trigo, del precio de la carne. Ahora también tenemos potencialidad en la exportación de pollo. Entonces, eso te afecta el precio de la canasta básica en la Argentina. Así que ahí hay un doble juego sobre el cual hay que trabajar. Por eso es muy difícil decir cuál es el tipo de cambio óptimo. Agregale la demanda permanente de los argentinos por dolarizar sus sueldos. Y eso todavía te empuja más arriba el tipo de cambio.
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Pero, al mismo tiempo, lo que se demuestra es que con un tipo de cambio bajo vos no generás la suficiente cantidad de dólares para satisfacer una balanza comercial que te permita pagar la deuda, por ejemplo.
Sí, sin duda. Cuando vos dejás atrasar el tipo de cambio, perdés competitividad y eso te afecta tu capacidad de pagar la deuda externa y de generar más exportaciones. La argentina tiene potencialidad en la exportación de automóviles, vinos y toda una serie de productos regionales que requieren un tipo de cambio acorde con ello. Y la otra cuestión con el atraso cambiario es que, cuando la gente empieza a ver que se producen estos atrasos empiezan a comprar para ahorrar o empiezan a viajar al exterior, y esto tiene un peso muy fuerte.
Nuevamente: ¿entonces no sería mejor que el dólar, que ya había llegado a 1550 y ahora bajó a 1350, en lugar de festejar, hubiéramos dicho…
Haber colaborado estabilizarlo en un determinado punto y después ver cómo se comporta el mercado en ese punto y cuáles son las presiones internas que tenés por los efectos que pudiera tener en la canasta básica.
¿No hubiera sido lógico que si vos sabés que vas a tener 20.000 millones de dólares del Tesoro, aprovecharas en ese momento a anunciar la liberación del mercado de cambios? ¿Eso no mejoraría el sistema productivo argentino?
Alejandro Werner, cuando se aprobó el programa, el nuevo programa con el Fondo dijo que, si la Argentina no tenía un programa macroeconómico consistente, a fin de año le íbamos a estar pidiendo 20.000 millones de dólares más. Y es lo que está sucediendo.
Para compartir con la audiencia: fue director del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, una persona nacida en la Argentina, pero criada en México, y había sido secretario de Finanzas también de México.
No estaba decidido que iban a acudir al Tesoro. Estaba esa puerta entreabierta y, una nueva crisis cambiaria, como la que vivimos sobre fin de la semana pasada, obligó a forzar a entrar por esa puerta. También creo que no estaba en los planes de nadie. Todo el mundo decía: “Bueno, con esto llegamos”. Pero en el transcurso del manejo entre las bandas, dejar que el tipo de cambio primero se revalúe, después se dispare, llegue al techo de la banda, empiece el Banco Central a vender… Eso los obligó a tener que tomar este otro apoyo.
Yo creo que tampoco el Fondo se sentiría cómodo con que empiecen a vender el financiamiento que ellos nos dieron. Hasta ahora ese dinero no se había tocado. No sé cómo iba a reaccionar el Fondo cuando se empezaran a utilizar esos recursos. Y bueno, también el anuncio de la rebaja de la soja. Hoy tenemos la noticia de que hay 10 barcos de 65.000 toneladas cada uno embarcando para exportar en noviembre a China, aprovechando la ventana que se abrió. Eso también jugó en lo que está ocurriendo en el mercado cambiario hoy, que es otro shock. Lo que vos decías: estábamos en 1550, bajás a 1300 y tantos. Entonces, claro, empezás con esas volatilidades que son incomprensibles. Vos imaginate que ahora la gente empieza a cobrar los sueldos, se empiezan a vencer los plazos fijos y demás sobre fin de mes, y cuando vean el tipo de cambio en estos niveles lo van a sentir barato.
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Si uno dice “saco 30% de las retenciones», asumen que va a haber 30% de devaluación el día 27 de octubre. En realidad me están rebajando ahora, pero es el tipo de cambio que voy a tener el 27 de octubre.
Bueno, ahí te juega la incertidumbre. Hoy tenés la posibilidad, además, de que las personas humanas van a ir a comprar dólares. Eso ya ocurrió: tuvimos una demanda extraordinaria en junio de formación de activos externos, de compra de dólares para ahorro. ¿Por qué? Porque fue el mes en el cual entró la mayor parte de la liquidación de cosecha. Ahora va a ocurrir lo mismo. Entonces, lo que ve esa persona que se encuentra con pesos, que se encuentra con un tipo de cambio de 13, es: “Bueno, voy y compro, no espero un mes más”. Y van a también apurar los pagos de importaciones para la cosecha y la siembra que viene. Eso es seguro también. Por eso es muy difícil tener un cálculo de cuál es el saldo que le va a quedar al gobierno o al Banco Central en este juego.
¿Qué imaginás que va a pasar el 27 de octubre?
Lo escucho a Durán Barba, que es columnista de Perfil, y él lo que está diciendo es que esa elección está perdida por el gobierno. Primero, yo creo que el cuadro recesivo no se va a aflojar. El gobierno necesita estos niveles de recesión para poder generar el superávit comercial, que está teniendo 14.000 millones de dólares, que se festejó la semana pasada. No pueden volver a los niveles de superávit comercial que tenían en los meses previos, así que necesitan recesión. Vamos a llegar a octubre con recesión. Después están los análisis que hacen los politólogos, como Durán Barba: que el afecto por Milei que se tuvo durante la campaña electoral, hay que gobernar después. Y cuando gobernás, no te alcanza la carga simbólica.
Déjame imaginar un escenario posible: el gobierno no sale derrotado estrepitosamente, como sucedió en la provincia de Buenos Aires, pero no hace una buena elección. Como el peronismo está dividido, puede decir “saqué algunos legisladores más”. El gobierno saca 35% de los votos; el peronismo sumado saca más, pero individualmente nadie logra 35%. Nos encontramos el lunes 27 con una situación en la que cada uno puede interpretar que ganó y perdió. Bueno, ¿qué hace el gobierno al día siguiente? “Ya pasó la elección, ya no tengo que convencer a nadie con el dólar barato”. ¿Sería lógico suponer que entonces liberase el mercado de cambios?
Coincido contigo. Las elecciones en Argentina no sorprenden a nadie. Hay 40% antiperonista, 40% peronista y un 20% que va para acá o para allá. Así que, si el gobierno logra liderar ese bloque antiperonista, va a hacer una relativa buena elección, seguramente parecida a lo que tuvo en la primera vuelta de la elección presidencial. Vuelvo al punto: vos, para liberar completamente, necesitás 30.000 millones de dólares, que son los plazos fijos. Después hay otros activos que podrían dolarizarse. Pero de movida vas a necesitar 30.000 millones de dólares que el gobierno no tiene. La avalancha va a ser imparable. En el mejor año de Macri le llevaron 19.000 millones de dólares. Y no llegás ahí. El problema que tienen es que, a principio del año que viene, te tienen que pagar 4000 millones de dólares de los bonos externos de la Argentina y, en julio, otros 4000 millones.
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Las restricciones que hoy quedan son para personas jurídicas. Las personas físicas pueden comprar todo lo que quieren, salvo porque salvo los gerentes y dueños y accionistas principales de banco. Lo que quedaría para liberar sería las personas jurídicas. Y las personas jurídicas, por lo que me cuentan, es menos que lo que compran las personas físicas.
No, pero ahí tenés el stock de utilidades no distribuidas, el stock de servicios intrafirma que no se ha permitido pagar. Y eso puede ser un monto considerable que presione sobre el mercado de cambios si lo liberás para las personas jurídicas.
¿Cuánto sería el monto total de la liberación de personas jurídicas? El problema serían las personas jurídicas con la deuda atrasada.
Yo no creo que sean menos de 15.000 millones de dólares. Es la mitad de los plazos fijos del sector privado. Para tener referencia. Yo te lo estoy usando como referencia, como punto de referencia. Insisto: no es una cuenta exacta, porque estas empresas pueden tener bonos en dólares, pueden tener un montón de otros activos que no sean plazos fijos. Y eso te va a presionar sobre el mercado cambiario. Una empresa multinacional también entra en esa cuenta, porque es un residente argentino, por más que sea extranjera.
Entonces, vos lo que decís es que el riesgo sería, al revés, que endurecieran el cepo, no que lo liberaran, porque eso ya está, que es el mayor costo.
Sí. Bueno, pero ahí ha habido maniobras de carry trade. La gente que se dolariza tiene capacidad de entender si la tasa de interés va por detrás del proceso devaluatorio. Hay toda una serie de juegos por los cuales se puede estar demorando la dolarización de esos activos. Sin ninguna duda, cuando ven que el dólar empieza a desplazarse, compran y salen de los pesos rápidamente.
Y este hecho de que queden tan pocos pesos, ¿no llega a un punto en el que casi ya podrías decir “más que esto no se puede ir”?
Sí, ahí tenés un límite, porque los impuestos los tenés que pagar en pesos. Tenes una cantidad de obligaciones que hay que pagar en pesos. Efectivamente, tiene un límite que nunca nadie lo sabe, porque vos te podés dolarizar y desdolarizar para pagar. Esto que ha planteado el gobierno de poder pagar cosas con dólares nunca avanzó hasta permitir el pago de impuestos con dólares. Por esta razón que yo te estoy diciendo: porque eso te pone un piso a la demanda de pesos, la elimina.
LT