Hubo un tiempo en el que posaban con cierta timidez, siguiendo las reglas establecidas por el protocolo real, mientras se limitaban a acompañar a sus padres, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos. Pero los años pasaron y las princesas Amalia (21), Alexia (20) y Ariane (18) crecieron y se convirtieron en mujeres con brillo propio, que persiguen sus sueños y se mueven con destreza ante los flashes. El domingo pasado, la familia real dijo presente en el Gran Premio de F1 de Países Bajos.
En medio del gran show que genera la carrera, llena de personajes coloridos y estrellas que vienen a alentar a sus pilotos favoritos desde todas partes del mundo, fueron ellas quienes más acapararon la atención. Muy unidas, a pura sonrisa y demostrando que disfrutan de la moda y conocen bien qué es lo que les gusta, dejaron claro que pisan fuerte en el podio de las princesas más estilosas con equipos que mezclaron el low cost y el lujo y se volvieron virales con la misma velocidad que los F1 sacudieron el circuito de Zandvoort.
CADA CUAL ATIENDE SU JUEGO
Amalia, que se graduó este año en la Universidad de Ámsterdam en Política, Derecho y Economía y está por iniciar una segunda licenciatura, hace tiempo encontró su propio camino fashion: prioriza las marcas juveniles para su día a día, adora las zapatillas (recurre seguido a las Adidas) y suma toques aspiracionales en carteras, zapatos o anteojos de diseño. En cambio, cuando se trata de cumplir con compromisos de la agenda real, en la que cada vez gana mayor participación como heredera del trono, es la que más asalta el guardarropa de Máxima, pionera entre la realeza europea en el arte de reciclar looks.
En el caso de sus hermanas menores, Alexia es la más “Máxima” de las tres, no sólo por su parecido físico, sino porque es más jugada con sus looks, que los interpreta a fondo, siempre con espíritu bohemio. En el vestidor de la “princesa rebelde”, como algunos todavía la llaman a pesar de que está muy comprometida con sus estudios en Londres (cursa Ingeniería Civil en la University College) hay minis, escotes, estampas animales, chaquetas de cuero y algunos vestidos. Y la benjamina de palacio, Ariane, que este año se graduó en el bachillerato internacional del United World College Adriatic de Trieste, Italia, valora especialmente la comodidad y la naturalidad propias de su edad, pero también es coherente con su perfil discreto.