En el marco de la Cumbre de Líderes del Mercosur, el presidente Javier Milei volvió a lanzar un fuerte mensaje a sus socios regionales, al reclamar mayor apertura comercial y regulatoria dentro del bloque. Con un tono crítico, el mandatario argentino sostuvo que el Mercosur atraviesa una etapa de «inercia destructiva» y advirtió que, de no avanzar colectivamente hacia una mayor liberalización, Argentina seguirá ese camino en solitario.
«Sería una gran alegría que, dentro de unos años, cuando Argentina tenga nuevamente la oportunidad de presidir este bloque, nos encontremos en la recta final para lograr este conjunto de objetivos. Pero si esto no fuera posible, y los socios del bloque prefirieran resistir, persistir en un camino que no nos ha resultado, entonces tendremos que insistir en flexibilizar las condiciones de sociedad que nos unen», afirmó Milei durante su intervención en la sesión plenaria.
El mandatario fue más allá y lanzó una advertencia contundente: «Emprenderemos el camino de la libertad, y lo haremos acompañados o solos, porque -como ya he dicho- Argentina no puede esperar«.
Críticas al bloque y llamado a la reforma
Desde el inicio de su gestión, Milei ha mantenido una postura crítica frente al funcionamiento del Mercosur, al que considera excesivamente regulado y poco competitivo. En esta ocasión, el jefe de Estado reafirmó esa visión al señalar que el bloque ha perdido su esencia integradora: «El Mercosur, al que de mercado y de común le quedó cada vez menos. Nosotros buscamos ponerle fin a lo que consideramos una inercia destructiva«, señaló.
En ese sentido, propuso una transformación estructural del bloque regional: «Proponemos movernos hacia un esquema comercial y regulatorio mucho más libre, en lugar de la cortina de hierro a la que hoy estamos sometidos, en el que cada país pueda gozar de mayor autonomía para aprovechar sus ventajas comparativas y su potencial exportador».
En paralelo a la postura presidencial, el canciller argentino, Gerardo Werthein, anunció una medida que busca avanzar en la flexibilización económica del bloque: la exención arancelaria para 50 productos.
«Se trata de una decisión de gran relevancia«, destacó Werthein durante su intervención, y agregó: «Se habilita, de ese modo, a la adaptación de cada país«.
La cumbre también estuvo marcada por el reciente acuerdo de libre comercio con la EFTA (la Asociación Europea de Libre Comercio), lo que representa un paso concreto hacia una mayor inserción internacional del bloque.
Primer cara a cara con Lula en Argentina
El evento celebrado este miércoles en la sede del Mercosur tuvo otro condimento de peso: la primera visita del presidente de Brasil, Luiz Inácio «Lula» da Silva, a la Argentina desde la asunción de Milei.
El encuentro entre ambos mandatarios generó expectativas tanto por su contenido político como por la relación bilateral. Si bien Milei y Lula habían compartido eventos multilaterales, este fue su primer cruce en territorio argentino.
A las 9.30, Milei recibió a sus pares del bloque, en la previa de la sesión que dio inicio a las 10. La cumbre contó con la presencia de representantes de los países miembros y asociados, y estuvo centrada en las nuevas estrategias para fortalecer el comercio intra y extra regional.
La insistencia del presidente argentino en avanzar hacia una mayor autonomía nacional dentro del Mercosur responde a su enfoque económico liberal, que promueve la apertura de mercados y la eliminación de restricciones al comercio.
Con su declaración de que «Argentina no puede esperar», Milei deja claro que está dispuesto a avanzar en acuerdos bilaterales o unilaterales si el resto del bloque no acompaña sus propuestas.
Esta postura ya había sido anticipada en distintas intervenciones públicas, donde el presidente manifestó su intención de abrirse al mundo sin ataduras regionales que limiten la competitividad de la economía argentina.
La Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados se desarrolla en un contexto regional complejo, con visiones contrapuestas respecto al futuro del bloque. Mientras algunos países buscan preservar el esquema tradicional de integración, otros -como Argentina bajo la presidencia de Milei- presionan por una modernización que implique mayor apertura y menor regulación.
En este escenario, la propuesta de Milei de flexibilizar las condiciones de pertenencia al bloque cobra especial relevancia, ya que podría implicar una redefinición profunda de las reglas actuales.