El periodista y conductor Robertito Funes Ugarte fue víctima de un insólito y violento ataque vandálico que lo dejó conmocionado. El hecho ocurrió el domingo por la mañana, en la puerta del canal LN+, donde trabaja luego del papelón que armó en los Martín Fierro.
Según relató el propio Robertito en diálogo con Pablo Montagna en el programa Pasa Montagna (Radio Rivadavia, domingos de 13 a 15), todo sucedió al finalizar una jornada laboral. Al salir del canal, encontró su camioneta embadurnada con excremento en la puerta del conductor.
La situación no solo fue desagradable, sino que generó preocupación por el posible trasfondo político del hecho. “Salí de LN+ y me habían embadurnado la puerta del conductor con merde de perro. Sabían que era mi camioneta”, contó con indignación al aire.
Funes Ugarte no se quedó callado. Además de compartir lo ocurrido en el programa radial, explicó que dio aviso a las autoridades y pidió las cámaras de seguridad del canal para poder identificar a los responsables. “Espero que no sea humana…»
Y siguió: «Estaba la policía en la puerta del canal y le dije al chico que me vino a limpiar, que me buscara la cámara de seguridad para ver quién fue”. Este ataque se da en un contexto de creciente tensión entre figuras de los medios y distintos sectores sociales.
En las últimas semanas, se registraron destrozos en Artear, pintadas en la sede del canal Olga, y un ataque a Radio Rivadavia. Para muchos, el vandalismo dirigido a Robertito Funes Ugarte no fue un hecho aislado, sino parte de una cadena de agresiones vinculadas a posiciones ideológicas y políticas.
El periodista es conocido por sus posturas firmes y su presencia en medios de fuerte contenido editorial. En ese marco, no descarta que lo ocurrido sea un mensaje intimidatorio.
Desde las redes, varias figuras del medio salieron a solidarizarse con él, mientras que usuarios se mostraron alarmados por el nivel de agresividad que se está instalando. Las imágenes del vehículo circulan por plataformas digitales como evidencia de una situación preocupante que va más allá del espectáculo.
Funes Ugarte, por su parte, no ocultó su miedo, pero aseguró que no piensa retroceder ni callarse. “No sé si esto fue un aviso, pero lo que está pasando es muy grave”, deslizó al cierre de su testimonio.