En el gobierno están furiosos con el secretario de Transporte, Franco Mogetta, porque no frenó el aumento del boleto de los colectivos de la Ciudad y la provincia, que impactarán en el índice inflacionario que en los últimos dos meses revirtió la tendencia a la baja.
LPO explicó que a partir de la semana que viene se aplicará un aumento de 5.7% para las líneas de colectivos que circulan en la Ciudad y un 5,9% para los de la provincia de Buenos Aires. El Subte pasará también desde mayo, de $869 a $919.
Los gobiernos de Axel Kicillof y Jorge Macri acordaron una fórmula de actualización automática que se define según la inflación del penúltimo mes, en este caso marzo, más dos puntos porcentuales, para compensar el desfasaje temporal, dado que el aumento rige a partir de mayo.
En la Rosada culpan a Moggetta por no haber podido congelar ese aumento como sí lo hizo el Ejecutivo con otras tarifas. El gobierno hizo además que YPF bajara la nafta en un 4% para que la inflación no se dispare en plena campaña electoral.
Moggeta enfrenta por eso nuevas versiones de salida, como pasó a principios de abril, cuando su jefe político, Juan Schiaretti, ordenó junto a Martín Llaryota que los diputados cordobeses del bloque Encuentro Federal dieran quórum en la sesión para debatir el escándalo $LIBRA.
La jugada del schiarettismo despertó la furia de Milei y su entorno, que analizó echar a los funcionarios que llegaron de la mano de la buena sintonía que tuvieron con Schiaretti y Llaryora al principio de la gestión.