Nikola Jokic continúa escribiendo su nombre en la historia grande de la NBA. En la victoria de los Denver Nuggets por 132-123 frente a los Sacramento Kings, el serbio registró su quinto triple-doble consecutivo con números extraordinarios: 35 puntos, 22 rebotes y 17 asistencias.
Esta actuación lo convirtió en el segundo jugador en la historia de la liga en alcanzar cifras superiores a los 35 puntos, 20 rebotes y 15 asistencias en un solo partido, igualando un hito establecido por Wilt Chamberlain en 1968.
Más allá de sus estadísticas, la noche quedó marcada por una jugada inolvidable que dejó a todos boquiabiertos: sobre el cierre del tercer cuarto y desde su propia línea defensiva, Jokic lanzó un triple desde más de 20 metros cuando quedaba apenas un segundo en el reloj.
La pelota atravesó el aro con precisión y aumentó la ventaja de los Nuggets a 110-85, generando una reacción inmediata en redes sociales y consolidando el estatus legendario del «Joker».
A pesar de la espectacularidad de la jugada, la reacción de Jokic fue de absoluta tranquilidad. «Sabía que iba a entrar», comentó con una sonrisa después del partido, demostrando una vez más por qué es considerado uno de los jugadores más confiados y dominantes del mundo.
Nikola Jokic en Denver Nuggets, un líder completo y un equipo imparable
Jokic finalizó el partido con un rendimiento impecable: 12 de 19 en tiros de campo, dos de tres en triples y nueve de diez desde la línea de libres, además de sumar dos tapones, un robo y solo una pérdida.
Gracias a su liderazgo, los Nuggets acumulan 13 victorias en sus últimos 15 partidos y se perfilan como firmes candidatos al título de la Conferencia Oeste.
Pero el éxito de Denver no depende únicamente del serbio. En el encuentro ante Sacramento, Christian Braun aportó 21 puntos, Michael Porter Jr sumó 20, y Jamal Murray y Russell Westbrook anotaron 18 puntos cada uno, destacando el trabajo colectivo del equipo.
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